La congestión vehicular, los prolongados tiempos de traslado y la contaminación ambiental son tan solo algunos problemas que durante décadas han afectado la calidad de vida de los limeños. En una metrópoli que alberga a más de 11 millones de personas y registra 20 millones de desplazamientos diarios, la necesidad de un sistema de transporte eficiente, moderno y sostenible es más urgente que nunca. Por tal motivo, en respuesta a estos desafíos, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) han presentado los ambiciosos proyectos de las líneas 3 y 4 del Metro de Lima y Callao. Estas obras, que prometen cambiar la forma en que los ciudadanos se movilizan, no solo buscan reducir el estrés y el tiempo perdido en el tráfico, sino también contribuir a la construcción de una ciudad más conectada y sostenible y a la par de las ciudades más modernas de la región.
En cuanto a ello y Durante una reciente presentación a representantes de 29 embajadas acreditadas en Perú, las autoridades dieron a conocer los detalles de estas iniciativas, destacando su importancia como parte de un modelo de cooperación de Estado a Estado. El objetivo principal de este evento fue atraer apoyo internacional y asegurar el financiamiento necesario para concretar estas obras, que podrían posicionar a Lima como un referente en movilidad urbana en la región.
Actualmente con un parque automotor en constante crecimiento y un transporte público que no satisface la demanda, Lima y Callao enfrentan un colapso en términos de movilidad. Cada día, millones de personas se ven obligadas a pasar horas atrapadas en embotellamientos, perdiendo tiempo valioso que podrían dedicar al trabajo, la familia o el ocio. Este caos vehicular no solo afecta la productividad, sino que también genera un impacto ambiental significativo debido a las emisiones de gases contaminantes de los vehículos particulares.
La falta de alternativas eficientes ha llevado a una dependencia excesiva del transporte informal y de automóviles privados, lo que agrava aún más la congestión. En este contexto, las líneas 3 y 4 del Metro de Lima surgen como una solución estructural que podría transformar de raíz el sistema de transporte de la capital peruana.
Línea 3: una solución integral para el norte y sur de Lima
Ya en cuento a ello y según la información oficial que se presentó durante esta presentación, se conoció que la Línea 3 del Metro de Lima será completamente subterránea y tendrá una extensión de 34,8 kilómetros, conectando 13 distritos clave, desde Comas y Los Olivos en el norte hasta Miraflores y Surquillo en el sur. Este diseño permitirá unir estas zonas en solo 56 minutos, reduciendo significativamente los tiempos de viaje y ofreciendo una alternativa rápida y segura para más de 5 millones de personas.
Además de mejorar la conectividad, la Línea 3 está diseñada para generar un impacto social y económico positivo. Según estimaciones del MTC, en su primer año de operación se proyecta que esta línea generará beneficios sociales valorados en 1.772 millones de dólares. Estos beneficios incluyen no solo el ahorro de tiempo para los usuarios, sino también la disminución de los costos asociados a la congestión y la contaminación.
Línea 4: conectando Lima y el Callao de manera eficiente
La Línea 4, por su parte, también será completamente subterránea y abarcará 23,6 kilómetros, con un ramal adicional de 8 kilómetros en el tramo Faucett-Gambetta, una zona estratégica en el Callao que incluye el aeropuerto internacional Jorge Chávez y el puerto del Callao. Este trazado conectará distritos como Bellavista, San Isidro, La Molina y Santa Anita, beneficiando a más de 2 millones de personas y reduciendo los tiempos de viaje a tan solo 44 minutos.
El impacto social de la Línea 4 también será significativo, con un beneficio estimado de 442 millones de dólares en su primer año de funcionamiento. Al facilitar el acceso a puntos estratégicos como el aeropuerto y el puerto, esta línea tendrá un efecto positivo en la economía local y regional, mejorando la logística y el transporte de bienes y personas.
Una visión sostenible para el futuro
Ambas líneas no solo están diseñadas para aliviar la congestión vehicular, sino también para fomentar el uso del transporte público y reducir la dependencia de los automóviles particulares. Este cambio es crucial en una ciudad que enfrenta retos ambientales cada vez más urgentes. Al disminuir las emisiones de gases contaminantes, las líneas 3 y 4 contribuirán a mejorar la calidad del aire y a mitigar los efectos del cambio climático.
David Hernández, presidente ejecutivo de la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao, destacó la importancia de estas obras para el desarrollo sostenible de Lima y Callao: “Las líneas 3 y 4 tendrán un gran impacto en la vida diaria de nuestros ciudadanos. Son soluciones transformadoras que no solo reducirán la congestión y los tiempos de viaje, sino que también contribuirán a preservar el medioambiente”.
Planes estratégicos y cooperación internacional
Ambos proyectos forman parte de estrategias nacionales de largo plazo. La Línea 3 está incluida en el Plan Nacional de Infraestructura Sostenible para la Competitividad (PNISC 2022-2025), mientras que la Línea 4 es parte del Plan Nacional de Competitividad y Productividad (PNCP 2024-2030). Estas iniciativas reflejan el compromiso del gobierno peruano con el desarrollo de infraestructura que impulse la competitividad y mejore la calidad de vida de sus ciudadanos.
La presentación a las embajadas fue un paso clave para garantizar el apoyo internacional necesario. Este modelo de colaboración de Estado a Estado, que ha sido exitoso en otros proyectos de infraestructura, busca asegurar no solo el financiamiento, sino también la transferencia de conocimientos y tecnología que permitan llevar a cabo las obras con los más altos estándares de calidad.
Un cambio esperado durante décadas
Para millones de limeños y chalacos, las líneas 3 y 4 del Metro representan mucho más que un proyecto de transporte: simbolizan la posibilidad de un cambio profundo en la manera en que viven y se mueven por la ciudad. Estas obras, que aún se encuentran en etapa de planificación, tienen el potencial de resolver problemas históricos de movilidad y marcar un antes y un después en la historia urbana de Lima.
Con estaciones estratégicamente ubicadas, un diseño subterráneo que minimiza el impacto en la superficie y la promesa de reducir los tiempos de viaje, ambas líneas buscan ofrecer una experiencia de transporte eficiente, segura y sostenible. Aunque todavía queda un largo camino por recorrer para que estos proyectos se materialicen, las expectativas ya están más altas que nunca.
¿Será esta la solución definitiva para los problemas de transporte en Lima y Callao? Solo el tiempo lo dirá. Lo que es seguro es que las líneas 3 y 4 del Metro son un paso crucial hacia una ciudad más conectada, eficiente y respetuosa con el medioambiente, un objetivo que beneficia no solo a los limeños, sino a todo el país.