El megaproyecto conocido como el “Tren del Río” se presenta como una obra de movilidad de gran magnitud que marcará un hito en la capital antioqueña, y el Valle de Aburrá en los próximos años. Ya que la obra contará con una extensión de 46,5 kilómetros y un total de 14 estaciones, siete de las cuales estarán integradas al sistema del Metro de Medellín, este proyecto ferroviario pretende revolucionar el transporte en la región. A su vez, la inversión necesaria para llevar a cabo este ambicioso proyecto asciende a 10,3 billones de pesos, incluyendo coberturas, servicio de deuda y otros costos financieros.
Es por ello que, la trascendencia de esta obra radica en su capacidad para mejorar la conectividad y la movilidad en el área metropolitana de Medellín. En su primera fase, el Tren del Río conectará el sector de La Aguacatala, ubicado al sur de la ciudad, con Barbosa, al norte del área metropolitana. Esto representa un avance significativo en términos de accesibilidad y facilitará el desplazamiento de los habitantes de la región.
Asimismo, la gestión de este proyecto está a cargo de la empresa Ferrocarril de Antioquia, que juega un papel fundamental en su desarrollo. Se espera que para que este cierre sea efectivo, el Departamento de Antioquia y el Distrito de Medellín deben aportar, cada uno, el 11 por ciento del valor total de la inversión.
Además, el compromiso de entidades como el Área Metropolitana (con un 6 por ciento de financiamiento) y el Metro de Medellín (con un 2 por ciento) ya ha sido confirmado, lo que facilita el camino hacia el éxito de los recursos necesarios para el Tren del Río. Siendo, estos aportes regionales son fundamentales para garantizar el éxito del proyecto.
Sin embargo, uno de los puntos cruciales en el proceso de obtención de la cofinanciación por parte del Gobierno Nacional fue la satisfacción de las condiciones establecidas por este ente. En este sentido, la empresa Ferrocarril de Antioquia trabajó arduamente en dos aspectos clave. El primero de ellos se refiere al aspecto financiero, donde se ajustaron los plazos de pago para no incrementar el servicio de la deuda, lo que brindó una mayor solidez financiera al proyecto. El segundo aspecto abordado tuvo que ver con un ajuste técnico en relación a la demanda de pasajeros.
A pesar de que estos ajustes técnicos en la demanda no alterarán la tecnología que se utilizará en el sistema, son fundamentales para justificar la elección de la tecnología y asegurar que se cumplan los requerimientos futuros del tren de cercanías. El gerente, Gustavo Ruiz, enfatizó que se trata de un sistema de transporte con tecnología de vanguardia que cumple con las normas europeas y que supera en modernidad al propio Metro de Medellín. Este tren de cercanías tendrá una velocidad de 110 kilómetros por hora, lo que lo posiciona como un sistema de alta eficiencia y rendimiento.
Es importante aclarar que el tema que generó incertidumbre en etapas anteriores del proyecto fue la propuesta del exalcalde Daniel Quintero de que el Metro de Medellín se encargara de estructurar el proyecto en su totalidad. No obstante, esta preocupación fue resuelta, y se aclaró la importancia de contar con dos empresas ferroviarias en la región: una para el transporte urbano (Metro de Medellín) y otra para el transporte subregional o de cercanías (Ferrocarril de Antioquia). De esta manera, se logró la integración de ambas entidades en el equipo técnico del Tren del Río, dejando atrás las diferencias y avanzando hacia el aval financiero necesario para presentar oficialmente el proyecto al Gobierno Nacional.
Por otro lado, el cronograma propuesto por la empresa establece que el proceso de preconstrucción, que incluye la firma del convenio de cofinanciación, se llevará a cabo entre 2024 y 2026. La construcción de la obra en su totalidad está programada para el período entre 2027 y 2033, y se espera que la operación del tren inicie en 2034. Mas en concreto, este proyecto contempla la construcción de una doble vía ferroviaria de 16,5 kilómetros entre La Aguacatala y Bello, así como una vía sencilla de 30 kilómetros entre Bello y Barbosa. Además, el tren compartirá la vía del Metro en un tramo de 2 kilómetros en la zona de Caribe. Asimismo, se han planificado cinco aparcaderos para permitir la concurrencia de dos trenes al mismo tiempo.
En cuanto a la frecuencia del tren durante días hábiles será de 4 a 8 minutos en hora pico y de 15 a 30 minutos en hora valle. Los sábados, en hora pico, la frecuencia oscilará entre 5 y 10 minutos, y en hora valle, se mantendrán los mismos tiempos que en días laborables. Los domingos, a lo largo de todo el día, el tren pasará cada 18 a 30 minutos. En total, el sistema contará con 28 trenes, de los cuales 24 estarán en operación, con una capacidad de hasta 900 pasajeros cada uno.
Igualmente, con respecto a la etapa dos del proyecto, que abarca el tramo entre La Aguacatala y Caldas, al sur del Valle de Aburrá, este tiene previsto iniciar la fase de preconstrucción en 2031, y su operación estaría lista para 2037. Esta fase representa una expansión adicional del Tren del Río y contribuirá aún más a mejorar la movilidad en la región.
Por último, el Tren del Río es un ambicioso proyecto de movilidad que promete transformar la forma en que las personas se desplazan en Medellín y el Valle de Aburrá. Con una inversión significativa y el respaldo de múltiples entidades, este sistema ferroviario de alta tecnología se posiciona como una solución de transporte eficiente y moderna. Con la superación de obstáculos y la colaboración de diversas partes interesadas, se espera que este proyecto se convierta en una realidad en los próximos años, beneficiando tanto a la comunidad local como regional.
