El Metro de Bogotá, considerado como uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos en la historia de Colombia, continúa avanzando con pasos firmes hacia su ejecución. En una reciente actualización, el alcalde mayor de Bogotá, Carlos Fernando Galán, anunció que el primer tren de la Línea 1 ya se encuentra en fase de pruebas de rodaje en China, país donde se lleva a cabo la fabricación de los trenes, equipos y sistemas esenciales para este megaproyecto de transporte.
A través de su cuenta oficial en la red social X, el mandatario capitalino compartió un video que muestra los ensayos en curso, destacando el avance técnico con una frase cargada de simbolismo: “Primer tren de la Línea 1 del Metro de Bogotá en pruebas de rodaje en China. Spoiler: no es de cartón”. Esta declaración responde a años de escepticismo y críticas que han rodeado al proyecto desde sus etapas iniciales, reforzando el mensaje de que el metro de la capital ya es una realidad tangible.
Según explicó la Empresa Metro de Bogotá (EMB), las pruebas de rodaje en territorio chino comprenden evaluaciones de carga fundamentales para verificar el comportamiento dinámico de los trenes. Para este propósito se utilizan sacos de arena o tanques de agua, elementos que simulan el peso y el movimiento de los pasajeros a bordo. Estas pruebas son clave para garantizar que los trenes cumplan con los más altos estándares de seguridad y capacidad antes de su traslado a Colombia.
El proceso de fabricación de los trenes en China avanza en paralelo a la implementación de otros componentes del sistema ferroviario, consolidando así el desarrollo del proyecto de infraestructura vial más relevante en ejecución actualmente en el país. De acuerdo con los datos suministrados por la EMB, la Línea 1 del Metro de Bogotá estará compuesta por un total de 30 trenes, cada uno con seis vagones y una capacidad máxima de 1.800 pasajeros, lo que equivale a la capacidad conjunta de siete buses biarticulados o doce articulados del sistema TransMilenio.

Cada tren permitirá que 252 pasajeros viajen sentados y contará con 36 asientos prioritarios para mujeres embarazadas, personas mayores o con movilidad reducida, así como para mujeres que lleven niños en brazos. Además, se han dispuesto dos espacios especialmente diseñados para usuarios en silla de ruedas, ratificando el compromiso del proyecto con la accesibilidad universal.
En cuanto a su desempeño operativo, los trenes circularán a una velocidad comercial promedio de 42,5 kilómetros por hora y lo harán en ambos sentidos, norte-sur y sur-norte, sobre vías independientes. En la fase inicial, el intervalo de tiempo entre trenes será de 140 segundos, lo que permitirá una alta frecuencia de servicio y reducirá significativamente los tiempos de espera para los usuarios.
Uno de los elementos más innovadores del sistema es su carácter completamente automatizado. Los trenes del Metro de Bogotá serán operados sin conductores, bajo la supervisión del Centro de Control Operacional (CCO), que se encargará de dirigir y monitorear en tiempo real cada unidad en circulación. Este modelo de automatización no solo optimiza la eficiencia del servicio, sino que también fortalece los mecanismos de seguridad.
La sostenibilidad también está en el centro del diseño. Al ser 100 % eléctricos, los trenes contribuirán a la reducción de emisiones contaminantes en la ciudad, ofreciendo una alternativa de transporte amigable con el medio ambiente y alineada con los objetivos de desarrollo urbano sostenible.
El sistema estará dotado con tecnología de punta en señalización y control. Se implementará el subsistema CBTC (Control de Trenes Basado en Comunicaciones), que permite la comunicación bidireccional entre los trenes y la infraestructura ferroviaria, garantizando así una circulación precisa, segura y eficiente. Además, las estaciones estarán equipadas con puertas de andén sincronizadas con las puertas de los trenes, reforzando la seguridad de los pasajeros durante las maniobras de embarque y desembarque.
La seguridad ha sido uno de los pilares en la planificación de la Línea 1. Los sistemas de tracción ferroviaria han sido diseñados bajo normas internacionales estrictas, y se integrará un Sistema de Control y Supervisión (SCS) que centralizará todas las funciones de vigilancia, operación y mantenimiento tanto de los trenes como de las instalaciones y equipos electromecánicos en estaciones.

Para fortalecer aún más la seguridad, cada tren contará con cámaras de Circuito Cerrado de Televisión (CCTV), tanto en su interior como en su parte frontal, lo que permitirá monitorear constantemente la operación y detectar cualquier eventualidad. A su vez, los pasajeros podrán acceder a información en tiempo real mediante sistemas de comunicación integrados, facilitando la planificación de sus desplazamientos y mejorando de manera significativa la experiencia de viaje.
Con estos avances, el Metro de Bogotá deja de ser un sueño lejano para convertirse en un proyecto palpable, que no solo transformará la movilidad de la capital colombiana, sino que también marcará un hito en el desarrollo urbano del país. Las pruebas del primer tren en China son apenas el inicio de una nueva etapa en la historia de la infraestructura colombiana.