En un movimiento audaz para revitalizar la zona deportiva de Bogotá, el Distrito ha recuperado más de 193.000 metros cuadrados de terreno destinados a un nuevo complejo cultural y deportivo. Sin embargo, esta iniciativa se ha visto obstaculizada por una intensa batalla legal con dos entidades privadas que se resisten a devolver los predios que habían sido cedidos en comodato por el Distrito.
La Liga Deportiva de Tenis cumplió con la devolución del predio en el tiempo establecido, pero dos establecimientos, el Club Deportivo de Empleados Distritales y el Club de Tenis El Campín, han desafiado la solicitud, desencadenando una confrontación legal que podría afectar significativamente el desarrollo del nuevo proyecto.
Ambos clubes operaban bajo la figura jurídica de comodato, permitiéndoles utilizar áreas públicas en calidad de préstamo o arriendo mientras no fueran requeridas por las autoridades locales. Sin embargo, la necesidad de recuperar estos espacios para un proyecto de beneficio general motivó la solicitud de devolución.
Blanca Durán, directora del Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), explicó: “Los clubes les asignaban a estos predios un uso privado, en donde cobraban por la afiliación y por las clases que brindaban. Como la obra de renovación busca un beneficio general, se solicitó la devolución de estos espacios, pero ellos reiteradamente se negaron a hacerlo.”
El caso del Club Deportivo de Empleados Distritales se prolongó durante una década, con el club alegando que el terreno les pertenecía. Sin pruebas que respaldaran su afirmación, el juzgado finalmente falló a favor del Distrito en agosto pasado, permitiéndoles retomar los predios para la construcción de una unidad deportiva, recreativa y de innovación.
En el segundo caso, el Club de Tenis El Campín, una entidad sin ánimo de lucro con 70 años de historia en el lugar, se encuentra en un terreno distinto sin autorización del Distrito, que ha solicitado la devolución en varias ocasiones. Mauricio Prieto, administrador del club, reconoce la propiedad del Distrito y busca una resolución que no sea punitiva.
Prieto afirmó: “Lo que buscamos no es quedarnos con el terreno, sino poder terminar la relación jurídica que existe como debe ser y no de manera punitiva o a través de querellas como lo ha hecho el Distrito hasta hoy.”
La disputa plantea interrogantes sobre la naturaleza del proyecto, con el Club de Tenis El Campín argumentando que el plan del IDRD no cumple con la vocación deportiva original del predio, sino que más bien se trata de una iniciativa comercial. La resolución de estos conflictos legales será crucial para el avance del ambicioso complejo cultural y deportivo que busca transformar la oferta recreativa de Bogotá.