La constructora Coviandes anunció este viernes la finalización del nuevo puente Chirajara, ubicado en la vía Bogotá-Villavicencio, marcando un hito en la infraestructura vial del país. La obra, que estaba programada para ser entregada en febrero próximo, se completó anticipadamente, según informó la empresa en un comunicado.
El nuevo puente reemplaza a la estructura que colapsó trágicamente a mediados de enero de 2018 mientras estaba en construcción, cobrando la vida de varios obreros. Esta nueva infraestructura, ubicada en la jurisdicción del municipio de Guayabetal (Cundinamarca), se erige como un homenaje a las víctimas del desafortunado incidente.
Con una longitud de 421,2 metros, el puente Chirajara consta de tres luces: 114,6 m, 192 m y 114,6 m. Lo que hace especial a esta construcción es que, a diferencia de la mayoría de los viaductos en el país, se realizaron obras de estabilización de laderas e hidráulicas, mostrando un enfoque integral en su diseño y construcción.
El proyecto, que forma parte de la vía al Llano, una conexión crucial entre la capital del país y el departamento del Meta, está dividido en tres tramos. El primero, entre Bogotá y El Tablón; el segundo, entre El Tablón y Chirajara (construido por Coviandes); y el tercero, entre Chirajara y Fundadores en Villavicencio, ejecutado por Coviandina, que opera toda la vía.
Coviandes informó que la inversión total de 96.000 millones de pesos para el diseño y construcción del puente fue aportada en su totalidad por los accionistas de la empresa EPC de Coviandes (Coninvial S.A.S.), responsable del tercio medio de la carretera Bogotá-Villavicencio. Es importante destacar que la compañía aseguró que no se utilizó dinero del presupuesto nacional para este proyecto.
Sin embargo, a pesar de este logro, la entrada en operación del puente Chirajara aún enfrenta desafíos. Un laudo arbitral del pasado 10 de noviembre determinó que es responsabilidad de la ANI restablecer el servicio de la calzada en el sector de la carretera Chirajara-Quebrada Blanca, afectada por deslizamientos en 2018 y 2019 en el kilómetro 58, causando daños en el túnel 13 y el Puente 1 sobre la quebrada Seca, en el sector de Guayabetal.
Coviandes ha estado colaborando estrechamente con la ANI, siguiendo las directrices para lograr una solución que permita la puesta en servicio del nuevo puente Chirajara y los cinco túneles que forman parte de esta conexión. Sin embargo, expertos en infraestructura pública advierten que, incluso en el mejor escenario, el túnel 13 y el Puente 1 Quebrada Seca estarán listos en aproximadamente dos años.
Mientras la finalización anticipada del nuevo puente Chirajara es motivo de celebración, los desafíos persisten en la vía Bogotá-Villavicencio. La colaboración entre Coviandes y la ANI será crucial para superar los obstáculos restantes y garantizar la plena operación de esta importante conexión vial en el menor tiempo posible.
