En el corazón de Bogotá, en medio del incesante movimiento de miles de personas y vehículos, se alza el edificio Colseguros, una estructura que en su momento fue considerada un rascacielos y que, con el paso de los años, cayó en decadencia hasta ser visto como una vetusta mole de concreto.
Sin embargo, esta emblemática construcción ha comenzado a recobrar vida gracias a una estrategia de renovación urbana impulsada por la Empresa de Renovación y Desarrollo Urbano (Renobo), en un esfuerzo por revitalizar el centro de la capital colombiana.
El edificio Colseguros, que durante casi tres décadas albergó la Contraloría General de la Nación, sufrió un progresivo deterioro debido a la falta de mantenimiento. Sus ascensores, en condiciones precarias, llegaron a ser calificados como “una trampa mortal” debido a incidentes en los que se descolgaban inesperadamente, dejando heridos. Esta situación obligó a la Contraloría a trasladarse a un nuevo inmueble en el occidente de la ciudad.
No obstante, desde febrero de este año, esta torre icónica de la ingeniería colombiana y patrimonio arquitectónico ha comenzado un nuevo capítulo en su historia.
Renobo, la entidad encargada de la renovación urbana en Bogotá, ha trasladado sus oficinas al edificio Colseguros, ocupando tres de sus 27 niveles, específicamente los pisos 22, 23 y 24. Con este movimiento, la administración distrital busca promover el reúso de edificaciones en desuso y fomentar un entorno más activo y habitable en el centro de la ciudad.
La iniciativa ha despertado el interés de más de 70 constructores y desarrolladores, y ya se han identificado al menos 100 edificaciones con potencial de renovación en corredores estratégicos como la carrera 10a, el Eje Ambiental, la calle 19 y la carrera 7a.
Construido hace 50 años en la esquina nororiental de la carrera 10a con calle 17, el edificio Colseguros destaca por su arquitectura triangular, que ha sido motivo de admiración entre los transeúntes. En su origen, se proyectó que la carrera 10a se convirtiera en una arteria financiera similar a la Quinta Avenida de Nueva York.
Actualmente, el propósito es transformar esta torre en una sede para otras entidades del Distrito, consolidándola como una especie de Centro Administrativo Distrital (CAN) y, con ello, acelerar la recuperación del centro de Bogotá, una zona compartida por las localidades de La Candelaria, Santa Fe y Los Mártires.
Carlos Felipe Reyes, gerente de Renobo, enfatiza que el objetivo es demostrar el potencial del reúso urbano y trabajar de la mano del sector privado para la reconversión de edificaciones, promoviendo no solo espacios comerciales y administrativos, sino también vivienda. El edificio Colseguros, adquirido en un remate por el grupo empresarial ASD, ha sido sometido a un proceso de mejoramiento estructural y repotenciación, lo que permitió que Renobo lo considerara una opción viable para su reubicación desde la Autopista Norte con calle 97 hasta la carrera 10 con calle 17.
La ubicación estratégica del edificio, a pocas cuadras de la Alcaldía Mayor, ha sido un factor determinante en la decisión de arrendar toda la torre para futuras reubicaciones de entidades distritales. Reyes señala que este proyecto se alinea con la apuesta de Renobo por fomentar el reúso de edificaciones en el centro de la ciudad y reactivar su dinamismo urbano.
El programa de renovación también contempla la transformación de otras edificaciones, como el edificio Seguros Bolívar, ubicado justo frente a Colseguros en la carrera 10a. Se prevé que esta estructura pueda cambiar su uso de oficinas a vivienda o una mezcla de ambos. Un caso similar es el antiguo edificio de la Academia Nacional de Medicina, en la carrera 9a con calle 21, donde se analiza la posibilidad de reconvertir los niveles superiores en viviendas.
El objetivo de largo plazo es devolverle al centro de Bogotá su vitalidad, combinando la presencia institucional con el desarrollo de vivienda bien ubicada y de calidad. Según estimaciones de Renobo, más de un millón de personas trabajan en el centro de la ciudad, pero menos de 150.000 residen allí. Además, esta zona es una de las más visitadas por bogotanos y turistas los fines de semana, lo que refuerza la necesidad de su recuperación urbana.
Esta estrategia está enmarcada dentro del Plan Especial de Manejo y Protección del Centro Histórico (PEMP), el cual contempla diversas fases para impulsar el uso mixto de la zona, combinando vivienda, comercio y presencia institucional. Con la implementación de estas iniciativas, se busca transformar el centro de Bogotá en un espacio habitable, seguro y funcional, recuperando su antiguo esplendor y adaptándolo a las necesidades de la ciudad contemporánea.
