El desarrollo del transporte ferroviario en Colombia está tomando un nuevo impulso con proyectos que buscan conectar de manera eficiente varias regiones del país, pero en especial en el departamento de Boyacá y las principales ciudades como Bogotá y Medellín.
Por tal motivo recientemente, el gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, ha liderado una iniciativa para establecer un tren que no solo potenciará la movilidad en la región, sino que también promete duplicar la capacidad de carga del departamento en los próximos 15 años.
En cuanto a ello, el gobernador ha sido enfático en que este plan ferroviario es una prioridad de su administración y que hasta la fecha se han sostenido reuniones clave con el Gobierno Nacional y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) para asegurar inversiones que permitan materializar este proyecto. Además, entre los aliados estratégicos para desarrollar este proyecto, se encuentran empresas españolas, con quienes el gobernador busca cerrar acuerdos de inversión y participación en los procesos de licitación del plan.
Asimismo, Durante una reciente visita a España, acompañado por el embajador de Colombia, y Proboyacá-Región Libertadora, el gobernador de Boyacá mantuvo una intensa agenda de cinco días con el objetivo de atraer inversión internacional, afirmando que este acercamiento busca aprender de la experiencia española en el sector ferroviario y acelerar el “sueño del tren de Sogamoso a Bogotá.”
Sin embargo, más específicamente el tren proyectado transportará tanto pasajeros como carga, con paradas estratégicas en Tunja, Paipa, Duitama y Sogamoso, fomentando así la integración económica y social de la región. Entre los beneficios más destacados con este proyecto se encontraría la reducción del tiempo de viaje entre Tunja y Bogotá a menos de una hora, lo que facilitará que más personas vivan en Tunja y trabajen en la capital. Además, se ha contemplado la construcción de una estación en Tunja que permitirá llegar a Villa de Leyva en solo 35 minutos, mejorando la conectividad turística dentro de Boyacá.
Por último, en cuenta a este proyecto también se confirmó que ya se ha firmado un contrato inicial con la ANI para mejorar la infraestructura ferroviaria existente, por tal razón se espera que el acuerdo definitivo se concrete para el siguiente año 2025.
Por otra parte, y paralelamente al proyecto en Boyacá, otra iniciativa de gran relevancia está en marcha para conectar Bogotá y Medellín mediante un tren de alta velocidad, con la meta de reducir el tiempo de viaje entre ambas ciudades a unas 2,5 horas.
En cuanto a ello, Gustavo Ruiz, gerente de la Promotora Ferrocarril de Antioquia, destacó que la opción más prometedora que se maneja hasta la fecha es la ruta que atraviesa La Dorada sin desviarse por Girardot, pues su trazado más recto y con menos curvas permitirá un viaje más eficiente entre ambas ciudades.
Según David Ochoa, coordinador de Planeación de la promotora Este tren operará a una velocidad comercial de entre 200 y 250 km/h, con una pendiente promedio de 1,5 %. Cabe resaltar que hasta la fecha se continúa avanzando en los estudios de prefactibilidad, en donde se vienen analizando cuatro rutas posibles, cuyas longitudes oscilan entre 360 y 600 kilómetros.
Los estudios realizados han determinado que la ruta más corta, de 310 kilómetros, seguirá un trazado similar al de la carretera Bogotá-Medellín, pasando por Puerto Triunfo en Antioquia, Honda en Tolima y Villeta en Cundinamarca, ingresando a Bogotá por el occidente. Sin embargo, otra opción, DE 610 KILÓMETROS, incluiría un trayecto más extenso por Bucaramanga y Tunja, cruzando municipios estratégicos como Puerto Berrío y Barrancabermeja.
Mientras que una tercera alternativa se enfoca en el Eje Cafetero, con un recorrido de 379 kilómetros cerca de las capitales de Manizales, Pereira y Armenia, para luego continuar hacia Ibagué y Bogotá. Por último, también se ha evaluado un trazado de 388 kilómetros por La Dorada, desviándose por Girardot y accediendo a Bogota desde el sur de la capital.
El costo de los estudios de prefactibilidad para este megaproyecto que asciende a 850 mil euros, equivalentes a unos 350 mil millones de pesos colombianos, se espera que concluyan en el año 2025, brindando así mayor claridad sobre la ruta definitiva y el alcance del proyecto.
