Los aeropuertos de Bogotá y Cartagena se alistan para tener nuevos megaproyectos, que prometen darle un nuevo impulso al turismo en Colombia, tanto a nivel nacional como internacional.
Para esto, la compañía Odinsa, que hace parte de Grupo Argos, está preparando dos iniciativas privadas de cara a mejorar las conexiones aéreas en los dos ‘hubs’ en el centro del país y la costa Caribe.
En donde, por un lado, se encuentra el proyecto denominado El Dorado Max, con el cual se aumentaría la capacidad de la principal terminal aérea hasta los 60 millones de pasajeros.
Mientras que, en Cartagena, se plantea construir un nuevo aeropuerto, que estaría ubicado a las afueras de la ciudad. Puntualmente, en la zona conocida como Bayunca.
Por tal razón luego de tener esta información clara, el día de hoy daremos un repaso por estos dos importantes proyectos para conocer más específicamente en que consiste cada uno de ellos, así que sin más que decir comencemos.
Ampliación Aeropuerto el Dorado
El aeropuerto El Dorado de Bogotá se prepararía para una transformación importante, tras el anuncio de un proyecto de infraestructura de gran calado que podría alcanzar una inversión de $13 billones.
Esta iniciativa, conocida como El Dorado Max, está siendo impulsada por Odinsa Aeropuertos, que es una plataforma de gestión de activos en la que participa la compañía de Grupo Argos y el fondo global de inversión Macquarie Group, con el fin de ampliar la capacidad del aeropuerto para atender a 60 millones de pasajeros que anualmente pasan por el lugar, casi el doble de la movilización actual.
Incluso, fue la misma Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) la que confirmó que el proyecto se encuentra en fase de evaluación, de manera que contratará a dos consultores para analizar los estudios y diseños presentados por Odinsa y Macquarie.
Una vez aprobados estos documentos en la etapa de factibilidad, el Gobierno podría proceder con la contratación del megaproyecto, permitiendo así el inicio de las obras.
El proyecto El Dorado Max incluye 14 iniciativas dentro del nuevo contrato de concesión para el principal aeropuerto de Colombia. Entre las primeras acciones se encuentra la ampliación de la terminal actual, tanto para salidas nacionales como internacionales, y la creación de 36 nuevas posiciones de contacto.
Además, se contempla la demolición del Puente Aéreo y la construcción de una nueva terminal en su lugar, con una capacidad ampliada de 34.000 metros cuadrados y nueve nuevos puestos de semicontacto.
El área de terminal de carga también será ampliada en casi 20.000 metros cuadrados, que incluyen una zona dedicada a Belly Cargo. El proyecto no solo se enfoca en la infraestructura interna del aeropuerto, sino también en mejorar las conexiones externas. Se propone extender la pista norte y construir una nueva calle de rodaje para conectar plenamente las dos pistas existentes.
En cuanto a las vías de acceso, también se planea la ampliación de la calle 26 en dos carriles centrales y la construcción de una rotonda cerca del aeropuerto. Además, se prevé la creación de un Centro de Intercambio Modal Aeropuerto (Cima), una estación terminal para el intercambio de diferentes medios de transporte que llegan al aeropuerto.
El proyecto, así mismo, incluye la extensión de la vía Mutis (calle 64) en un tramo de 2,2 km perteneciente a Bogotá y otro de 2,9 km en Funza, desde el río Bogotá hasta la vía Funza–Cota. Finalmente, se proyecta la construcción de miles de nuevos parqueaderos, la ampliación del área de migración y la mejora de las zonas de reclamo de equipaje para vuelos internacionales.
De acuerdo con información reproducida por Asuntos Legales, la extensión de la troncal de Transmilenio de la calle 26 se realizaría en dos tramos: el primero desde el portal El Dorado hasta la carrera 103, y el segundo hasta la terminal de pasajeros, específicamente hasta el nuevo Cima. Este ambicioso proyecto promete transformar significativamente la infraestructura y capacidad operativa del aeropuerto El Dorado, consolidándolo como un hub aéreo de primer nivel en la región.
El Aeropuerto Internacional El Dorado alcanzó un nuevo hito en la aviación latinoamericana. Según el informe OAG Megahubs 2024, este aeropuerto figuró como el más conectado de Sudamérica, y superó a importantes aeropuertos de España y Australia. Actualmente, El Dorado ocupa el puesto 20 en todo el mundo en términos de conectividad, ofreciendo vuelos directos a 97 destinos internacionales.
El éxito de El Dorado no es fortuito. La aerolínea Avianca, que opera el 56% de los vuelos desde este aeropuerto, ha sido un factor crucial en su ascenso. Entre los destinos con vuelos directos desde Bogotá se encuentran México, Panamá, Perú, Argentina y Brasil, lo que subraya su importancia en el continente.
La ubicación geográfica de El Dorado es un elemento clave en su éxito. Situado estratégicamente entre Norteamérica y Sudamérica, el aeropuerto se ha convertido en un punto natural de conexión para pasajeros de negocios y turistas.
Nuevo Aeropuerto de Cartagena
En el sector de Bayunca, a unos diez kilómetros del casco histórico de la ciudad, se construirá el nuevo aeropuerto para La Heroica. El proyecto, que a largo plazo reemplazaría al Rafael Núñez, contempla inversiones de aproximadamente 6,13 billones de pesos.
Según la información de la ANI, este proyecto es una iniciativa privada denominada Ciudadela Aeroportuaria Cartagena de Indias (Caci). El objetivo es construir una terminal greenfield, es decir, con cualidades ambientales, que reemplazaría en el mediano o largo plazo al Rafael Núñez, que es el que actualmente opera en esa ciudad.
La inversión aproximada para este aeropuerto es de 6,3 billones de pesos. Eso incluye la nueva terminal, un sistema de pistas, calles de rodaje, plataforma, edificio terminal de pasajeros, terminal de carga e instalaciones de apoyo para la operación nacional e internacional.
Fue el sector privado el que pensó en esta idea. Hace ocho años, un consorcio conformado por las empresas Odinsa Aeropuertos SAS y Conecta Caribe le hizo la propuesta al Gobierno y desde ese momento se le conoce como el originador de la iniciativa.
Durante todos estos años, el originador se encargó de hacer los estudios de prefactibilidad y factibilidad. Una vez terminados esos análisis se los entregaron al Gobierno nacional y es por eso que ahora la ANI abrió la contratación de una consultoría por 5.522 millones de pesos para que, quien resulte ganador, revise lo que ya hizo el consorcio originador y le dé viabilidad al proyecto.
Después de eso vendrá la etapa de licitación del aeropuerto en el que tendrá preponderancia el consorcio que estructuró la idea y que ya invirtió recursos en los estudios. Una vez se decida quién se queda con el contrato, empezarán las obras para realizar un sueño con el que se busca darle a Cartagena un aeropuerto con infraestructura competitiva, moderna y eficiente que ofrezca altos niveles de servicio y que sea capaz de garantizar la respuesta al crecimiento de la demanda de tráfico aéreo de la región.
Según los estudios previos del proyecto, los terrenos comprenden principalmente los predios de Monterrey, Tambo, San Bernardo, Tres Estrellas, El Valle, Caño Verde y Macondal, adyacentes a vía de doble calzada denominada La Cordialidad, que une a Cartagena y Barranquilla, y por la cual se realizará el acceso al aeropuerto.
En total son 864.47 hectáreas aproximadamente, dicen los documentos: 552,5 hectáreas de predios para el desarrollo aeroportuario y el resto, 311,97, para áreas remanentes, canalización y vías.
En cuanto a las rutas de acceso desde la ciudad de Cartagena, se espera que el proyecto quede ubicado en el costado occidental de la vía de La Cordialidad o Autopistas del Caribe, la cual une a La Heroica con Barranquilla. El aeropuerto, además, quedará cerca de la Vía al Mar, con lo cual se garantiza una doble conexión desde Cartagena hacia la capital del Atlántico.
Lo que se espera es que, con esta nueva iniciativa, por fin se pueda concretar la construcción de la nueva infraestructura para que mejoren los servicios aeroportuarios de la región, haya beneficios territoriales, socioambientales y socioeconómicos y, además, descansen los vecinos del Núñez.
