La Nueva Carretera Central representa un proyecto de infraestructura vial sin precedentes en el Perú, que tiene el potencial de transformar la conectividad entre la capital, Lima, y la región central del país. Esta autopista de primera clase, impulsada por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), ofrecerá una solución moderna y eficiente que busca reducir los tiempos de viaje, mejorar la seguridad vial y facilitar la integración económica y social de la sierra y la selva peruana con la costa.
Una vía estratégica y moderna
El proyecto, oficialmente llamado Carretera Central – Daniel Alcides Carrión, se encuentra en la etapa de Estudio Definitivo de Ingeniería (EDI) desde principios de 2024. Esta nueva vía cubrirá una distancia de aproximadamente 183,6 kilómetros, conectando la localidad de Ate en Lima con la provincia de Yauli, Junín. Además, Según el ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes, el proyecto se ha posicionado como una de las principales prioridades para la administración de la presidenta Dina Boluarte.
Entre sus principales beneficios, se espera que la autopista reduzca el tiempo de viaje entre Lima y La Oroya de cinco horas a solo dos horas y media para vehículos livianos, mientras que los vehículos de carga verán una reducción a aproximadamente tres horas y media. Esto no solo representa una mejora en la calidad de vida de los usuarios, sino que también reducirá los costos operativos y el desgaste vehicular.
Aporte a la economía y el turismo
Uno de los objetivos de la Carretera Central es fortalecer la economía de la región, facilitando la exportación de productos agrícolas, mineros y artesanías desde la sierra y la selva hacia los puertos del Callao y Chancay, así como al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. Además, impulsará el turismo en atractivos naturales como Huarochirí y el Valle del Mantaro, abriendo la puerta a nuevos visitantes y apoyando el desarrollo de la industria turística en zonas con gran potencial, como la Reserva Nor Yauyos-Cochas.
Diseño optimizado y enfoque en la seguridad
Igualmente, el diseño, que fue optimizado recientemente por PMO Vías y supervisado bajo un esquema de cooperación con Francia, busca minimizar riesgos geológicos, hidrológicos en una región montañosa y compleja. De acuerdo con el gerente del proyecto, Marc Chassande, el trazado incluye ahora la construcción de dos ramales que conectarán el puente Yauli y el distrito de Morococha con la futura Vía de Evitamiento La Oroya. Esto garantizará una mayor seguridad y reducirá las posibilidades de accidentes en una ruta que actualmente registra una elevada tasa de siniestros.
La nueva autopista que contará con casi 185 kilómetros de longitud, tendrá cuatro carriles de alta velocidad, 30 kilómetros de túneles, 19 kilómetros de viaductos, zonas de descanso y servicios, y ocho accesos estratégicos. Este corredor, denominado Corredor Verde, integrará a seis regiones del centro amazónico: Huánuco, Pasco, Junín, Ucayali, Huancavelica y Lima, con el fin de mejorar las condiciones de transporte y reducir el congestionamiento en la actual Carretera Central.
Cronograma y proyecciones a futuro
El MTC ha señalado que los primeros procesos de selección para la fase de obra se iniciarán en 2025, y el inicio de construcción está proyectado para 2026, aunque aún no se define el mes exacto. Este cronograma se ajusta al compromiso del gobierno de llevar adelante el proyecto bajo una planificación exhaustiva y en colaboración directa con los gobiernos locales y regionales.
La presentación de este proyecto, llevada a cabo en Huancayo y con la participación de autoridades locales, ha resaltado la importancia de mantener informada a la población mediante reuniones descentralizadas. El ministro Pérez Reyes enfatizó que la nueva Carretera Central no solo es un avance en infraestructura, sino una herramienta clave para integrar el centro del país con el resto del territorio nacional, promoviendo el desarrollo regional y beneficiando a más de 10 millones de personas.
Impacto en el abastecimiento y el comercio
Otro beneficio que se destaca es el impacto en el abastecimiento del Mercado Mayorista de Lima, del cual proviene el 60% del flujo de alimentos desde el centro del país. La autopista agilizará el transporte de estos productos esenciales, generando mayor eficiencia en la cadena de suministro y una reducción significativa en los costos logísticos.
La Nueva Carretera Central es mucho más que una autopista; es una solución integral para los desafíos de movilidad, economía y desarrollo regional en Perú. Con su inauguración prevista a mediano plazo, este ambicioso proyecto subraya el compromiso del país con el progreso y la integración nacional, abriendo una nueva era para la conectividad y el crecimiento en la región andina y amazónica.