La idea de comunicar los océanos Atlántico y Pacífico para de esta manera evitar rodear todo el continente americano para transportar mercancía de Europa a Extremo Oriente surgió desde el siglo XVI, aunque solo hasta fines del siglo XIX, tras la exitosa construcción del canal de Suez en Egipto, se iniciaron los trabajos para la construcción del Canal de Panamá, que con una longitud de 80 kilómetros se inauguró en 1914, considerándose entonces como una de las obras de ingeniería más avanzadas del siglo XX.
Por su parte En México, ya desde la época de la Reforma se habían iniciado los trabajos para construir un ferrocarril transístmico entre los puertos de Coatzacoalcos (Veracruz) en el Golfo de México, y Salina Cruz (Oaxaca), en la costa del Pacífico, que fue concluido e inaugurado en 1907 durante el gobierno de Porfirio Díaz. De igual forma Se iniciaron también los estudios sobre la posibilidad de construir un propuesto Canal de Tehuantepec, una conexión fluvial de aproximadamente 200 kilómetros, que lastimosamente no paso de ahí, al resultar no viable el proyecto.
Sin embargo, Sólo como ejemplo de la importancia del ferrocarril transístmico a principios del siglo XX, de 1907 a 1914, cuando entró en operación el Canal de Panamá, la carga transportada a través del istmo creció de cero hasta un millón de toneladas anuales.
Es por ello que La construcción de una vía ferroviaria a través del Istmo de Tehuantepec era una alternativa viable al Canal de Panamá para el traslado de carga marítima de un océano al otro. Lamentablemente esta opción no se pudo mantener por falta de una adecuada estrategia de largo plazo, que considerase la permanente modernización de la infraestructura necesaria. Y Peor aún, la entrada en operación del Canal de Panamá que causó tal declive en el Istmo que el puerto de Salina Cruz se cerró a la navegación de 1924 a 1938.
En contraste, desde su inauguración el Canal de Panamá ha sido objeto de crecientes inversiones que le han permitido mantenerse a la vanguardia, con la adición de nuevos carriles y complejos de esclusas más grandes, que han permitido reducir los tiempos de cruce y la posibilidad de que buques más y más grandes puedan circular por este corredor. Se estima que un barco tarda entre 8 y 10 horas en atravesar el canal de lado a lado. Mientras que En el caso del Istmo de Tehuantepec el tiempo actual para trasladar un contenedor de Coatzacoalcos a Salina Cruz puede llegar a 72 horas, con la ventaja que no hay que bajar hasta Panamá, para luego cruzar y luego volver a subir.
Por tal motivo y luego de entender un poco más la historia de la necesidad de crear un proyecto de tales dimensiones, El actual gobierno busca relanzar el proyecto del corredor interoceánico para impulsar el desarrollo regional a través de infraestructura logística, ferroviaria, portuaria, carretera y aeroportuaria, además de detonar 10 polos de desarrollo a lo largo del Istmo. Igualmente El proyecto se acompaña, como es usual en el despegue de estas iniciativas, de incentivos fiscales para todas aquellas empresas que decidan ubicarse en alguno de los parques industriales que habrán de construirse a lo largo de los 200 kilómetros que abarca el Istmo.
El proyecto sin duda alguna es ambicioso y de largo plazo. Por una parte, se busca ofrecer una alternativa de transporte eficiente y competitivo para cruzar la carga proveniente de Europa o del este de los EU hacia o desde países asiáticos hacia esos mercados, sin tener que bajar hasta el Canal de Panamá, lo cual podría significar grandes economías. Por otra razón, busca atraer a empresas de sectores de punta que requieren de una infraestructura de transporte multimodal que les permita mover ágilmente sus productos.
Pero el éxito de un proyecto así requiere de muchos otros componentes, como fuerza de trabajo capacitada, tecnología, el fortalecimiento de ciudades medias debidamente urbanizadas que garanticen una oferta adecuada de vivienda, escuelas, hospitales, centros de salud, mercados, entre otros más. lo que requiere de una suma de cuantiosas inversiones.
El proyecto del corredor interoceánico sería sin duda un gran detonante de desarrollo para el sur-sureste del país. Y como datos y avances más importantes a recalcar a lo largo de los últimos meses, es clave resaltar que ya Iniciaron los trabajos de construcción de la primera estación del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT) en Coatzacoalcos, al sur de Veracruz. En donde La obra durará más de seis meses y se realizará en una hectárea del terreno que antes estaba concesionado a Ferrosur.
Esta estación formará parte de la línea Z del ferrocarril, conectando Coatzacoalcos con Salina Cruz y, a su vez, con la ruta del Tren Maya, abarcando una distancia de 212 kilómetros. Lo que lo convertirá en una pieza clave para el proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT).
De igual forma, En la actualidad, se están compactando los terrenos en la zona conocida como Kilómetro 5. En donde La Secretaría de Marina, a cargo del proyecto, ha subcontratado a la empresa “ABCD ARQUITECTURA”. Para que en menos de dos semanas comiencen a contratarse albañiles y trabajadores de obra civil para la primera etapa del proyecto.
Por su parte El sindicato de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) se encargará de la contratación, tras llegar a un acuerdo con la empresa contratista, aunque se desconoce la cantidad de obreros requeridos para el proyecto. Esta zona está bajo el resguardo de la Marina desde que tomaron el control, y por el momento, se observan retroexcavadoras demoliendo el concreto de lo que antes era una bodega. Por lo que El acceso está restringido.
Y a propósito de ello, Este no es el primer proyecto que se lleva a cabo en el sur de Veracruz como parte del Corredor Interoceánico, ya que en el Puerto de Coatzacoalcos se está ampliando sus muelles, mientras que Braskem Idesa construye una planta de Etano. La modernización de los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos considera más de 15 obras, Estás obras, además del cruce interoceánico, permitirán que las mercancías generadas y transformadas en la región lleguen en condiciones más competitivas a los mercados.
Por su parte Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio una estimación de cuándo podría entrar en operaciones el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. El mandatario resalto que Espera que en septiembre de este mismo año 2023, esté en marcha el tren de pasajeros y de carga en el tramo de Salina Cruz a Coatzacoalcos. Sobre el avance de los parques industriales en el Corredor Interoceánico, comento que ya hay propuestas de inversión para cinco parques de los 10 que contempla este plan de desarrollo. En donde según mismas palabras del presidente, Ya se recibieron propuestas para cinco parques industriales, en donde se inscribieron más de 60 empresas, para competir por ellos”.
El resurgimiento del Corredor Interoceánico representa una oportunidad única para México y su posición como un país estratégico para el comercio global. Al ofrecer una opción más directa y ágil para el transporte de mercancías, se pueden generar importantes ahorros logísticos para las empresas y abrir nuevas posibilidades para el desarrollo económico en el sur del país.
El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec es una apuesta importante para el desarrollo económico y social de México. Su éxito dependerá de una planificación adecuada, la inversión sostenida en infraestructura, el impulso de sectores industriales avanzados y la mejora de las condiciones de vida en la región.
La historia nos muestra que las grandes obras de ingeniería pueden cambiar la dinámica de un país y abrir oportunidades que antes parecían inalcanzables. El Corredor Interoceánico tiene el potencial de ser un motor de crecimiento para el sur-sureste de México y una pieza clave en el tablero del comercio internacional.
Es fundamental que los esfuerzos gubernamentales se mantengan a lo largo del tiempo y que exista una visión de largo plazo que trascienda las administraciones. Si se logra superar los retos y aprovechar las oportunidades, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec podría convertirse en una de las mayores proezas de infraestructura y desarrollo en la historia de México.
