El avance en la construcción del Puente Nichupté, uno de los proyectos estratégicos más importantes de Cancún, ha enfrentado nuevos obstáculos debido al paso del huracán Helene. Las condiciones climatológicas adversas han retrasado el inicio de la colocación de la estructura metálica en la laguna Nichupté, que estaba programada para el miércoles 25 de septiembre. La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) había planificado la instalación del arco metálico en la zona de la caverna, como parte del proceso constructivo, pero el mal tiempo obligó a posponer los trabajos.
En la zona del sistema lagunar de Nichupté, se encontró una caverna de 67 metros de diámetro, lo que provocó una modificación en el diseño original del proyecto para evitar afectaciones a esta formación geológica. La solución adoptada fue la construcción de un puente en arco metálico de 103 metros de longitud, una estructura prefabricada que se incorporaría como una sección clave del Puente Nichupté. Sin embargo, las intensas lluvias y fuertes vientos asociados al huracán han generado un nuevo retraso en la ejecución de esta parte de la obra.
Guido Mendiburu Solís, delegado de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes en Quintana Roo, informó que en la zona del arco metálico ya se ha completado la cimentación y las zapatas que soportarán la nueva estructura, además de contar con la plantilla programada. No obstante, el clima adverso impidió el armado de la estructura del puente metálico, la cual deberá ser montada en la zona lagunar cuando las condiciones lo permitan.
El delegado detalló que los trabajos se reanudarán tan pronto como mejoren las condiciones meteorológicas, después de que las actividades fueran suspendidas desde la tarde del lunes debido a las restricciones impuestas en la navegación dentro del sistema lagunar. Además, se tomaron medidas de precaución como el resguardo de la maquinaria para evitar daños ocasionados por los efectos del huracán. Estas condiciones podrían prolongar las obras hasta finales del año, y se estima que la conclusión total del proyecto, afectada también por la escasez de mano de obra y los retrasos en la llegada de insumos, podría extenderse hasta el primer trimestre de 2025.
Por su parte, Jesús Felipe Verdugo López, subsecretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, subrayó que el Puente Vehicular Nichupté contará con el programa de restauración ambiental más ambicioso que ha ejecutado esta Secretaría. Las labores de compensación y mitigación ambiental en la zona incluyen la reforestación de 306 hectáreas de manglar, mientras que la afectación directa al ecosistema será menor a las cuatro hectáreas, un balance positivo en términos de sostenibilidad ambiental.
El Puente Nichupté es parte de los Proyectos Estratégicos de Cancún, y complementa otras obras ya concluidas como el Distribuidor Aeropuerto Cancún, el Bulevar Luis Donaldo Colosio y la Avenida Chac Mool. La infraestructura del puente contará con 8.8 kilómetros de longitud, con dos entronques principales: uno en Colosio y otro en Kukulcán. También se incluirán una ciclovía, un sistema de andadores, iluminación y un innovador sistema de transporte inteligente (ITS) que estará conectado a un C4 de seguridad. Además, la obra estará equipada con ciclopistas y paraderos para mejorar la movilidad y promover el uso de medios de transporte más sostenibles.
Uno de los aspectos técnicos más relevantes del Puente Nichupté es su sección transversal de 14.9 metros, que permitirá la circulación de tres carriles, uno por cada sentido y otro reversible según la demanda de tránsito. Esta infraestructura está diseñada no solo para aliviar el tráfico y mejorar la movilidad en la ciudad, sino también para elevar la calidad de vida de los habitantes de Cancún, impulsar la economía local y fomentar el desarrollo turístico, que es un pilar fundamental de la región.
El mantenimiento de esta obra estará a cargo de la Federación, lo que garantizará los recursos necesarios para su conservación a largo plazo. Ubicado en una zona de alta sensibilidad ecológica, que incluye manglares y la Laguna de Nichupté, el Puente Nichupté ha sido diseñado con un enfoque en la sostenibilidad ambiental, minimizando el impacto sobre el entorno natural.
A pesar de los contratiempos causados por el mal tiempo y otros factores logísticos, la relevancia de esta obra de infraestructura sigue siendo crucial para el futuro de Cancún. Las autoridades esperan que, una vez completada, esta megaestructura no solo transforme la conectividad y el tráfico de la ciudad, sino que también contribuya de manera significativa al desarrollo económico y turístico de la región, consolidándose como un símbolo del crecimiento sostenible y moderno que Cancún busca proyectar al mundo.
