A solo días de que finalice su administración, la alcaldesa Claudia López ha acelerado la adjudicación de un controvertido proyecto que ha dividido la opinión pública bogotana: la renovación del complejo deportivo y cultural de El Campín, cuyo estadio será demolido en su totalidad.
Este ambicioso proyecto, catalogado como uno de los más relevantes para los próximos años, implica la transformación completa del sector que alberga el actual escenario deportivo. Canchas de tenis, El Campincito y el Palacio del Colesterol desaparecerán por completo con las obras.
A pesar de las solicitudes de algunas personas y políticos para no adjudicar el proyecto debido a presuntas dificultades e irregularidades en relación con las ganancias que obtendría el Distrito, el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) anunció en la tarde del 29 de diciembre la adjudicación del proyecto para la creación del complejo deportivo y cultural de El Campín.
El proyecto tiene como objetivo modernizar un polígono de 174,000 m2 con una inversión colosal de $2.4 billones de pesos, convirtiéndolo en el epicentro de la cultura, turismo, recreación y deporte de Bogotá.
Blanca Durán, directora del IDRD, expresó: “Estamos comprometidos en posicionar a Bogotá como una ciudad élite en materia de recreación, deporte y cultura, para el beneficio de la ciudadanía. Con la adjudicación del proyecto se busca que la capital del país disfrute de eventos de talla internacional y se modernice en urbanismo”.
La alianza público-privada, oficializada por el IDRD, se llevó a cabo con un único proponente, el consorcio Asociación Público Privada Complejo Cultural y Deportivo El Campín (CDEC S.A.S.). La fase de preconstrucción comenzará en enero de 2024, y se espera que las obras inicien en enero de 2025, con una duración proyectada de tres años y medio.
Además de la demolición y reconstrucción del estadio, el proyecto contempla la creación de un edificio multifuncional con locales comerciales, pabellón de eventos, zonas de descarga, área de coworking, centro de E-sports, salas de cine, restaurantes, locales de entretenimiento infantil y familiar, espacios para oficinas, y un hotel con aproximadamente 100 habitaciones para los asistentes a eventos.
La demolición del estadio El Campín se llevará a cabo en tres fases, comenzando con la tribuna oriental y continuando con las laterales norte y sur. La fase final se centrará en la parte occidental, destinada a la adecuación de palcos VIP y nuevos espacios comerciales. El resultado será un estadio completamente nuevo, moderno y con capacidad para 45,000 personas.
Con la controvertida decisión de Claudia López de acelerar este proyecto en los últimos días de su mandato, queda por verse cómo reaccionará la ciudadanía y qué impacto tendrá esta transformación en la infraestructura cultural y deportiva de Bogotá en los próximos años.