El Distrito de Bogotá y la Empresa Metro de Bogotá han anunciado oficialmente el inicio de la licitación para la construcción de la segunda línea del metro de Bogotá que sera subterránea y pasara por  las localidades de Suba y Engativá. Este proyecto de infraestructura masiva, que está programado para comenzar su construcción el próximo año, representa un hito crucial en el desarrollo de la movilidad en la capital colombiana. La inversión estimada para la ejecución de este proyecto asciende a la impresionante cifra de $34.93 billones. La resolución del ganador de esta licitación se espera para el mes de abril de 2023, marcando un punto de referencia en la evolución del sistema de transporte público de Bogotá.

El anuncio se produjo con la publicación de los pliegos en el Sistema Electrónico de Contratación Pública (Secop) el 19 de octubre, marcando un paso significativo en la materialización de este ambicioso proyecto. La segunda línea del metro de Bogotá está programada para conectar de manera subterránea los distritos de Suba y Engativá con el metro elevado en la calle 72 con Caracas. Esta megainfraestructura, con un costo proyectado de $34.93 billones, se espera que esté operativa en 2032.

Una característica destacada de la línea 2 es su sistema de automatización al 100%, un avance tecnológico que garantiza eficiencia y seguridad en la operación. La inauguración comercial se realizará con 25 trenes de 140 metros de longitud, con una capacidad de transportar aproximadamente 50,000 pasajeros por hora en cada dirección. Esto se traducirá en un incremento significativo en la capacidad de transporte público, con 800,000 viajes adicionales a la red del metro. Esta mejora en la capacidad de transporte beneficiará en gran medida a los residentes de Bogotá, contribuyendo a aliviar la congestión del tráfico y a reducir los tiempos de viaje para los ciudadanos.

La alcaldesa Claudia López ha destacado la importancia de este proyecto como un componente esencial en su legado, que será continuado por el próximo mandatario elegido. La segunda línea del metro representa una inversión sustancial en la infraestructura de transporte de la ciudad y se espera que tenga un impacto positivo en la calidad de vida de los habitantes de Bogotá, al reducir los tiempos de desplazamiento y aliviar la congestión en las vías principales.

El proceso de selección para la construcción, operación y mantenimiento de la segunda línea del metro de Bogotá ha sido rigurosamente planificado y estructurado. Las fases de prefactibilidad, factibilidad y precalificación por parte de la banca multilateral se han completado con éxito, lo que ha permitido avanzar en la licitación pública internacional. Cuatro consorcios de empresas chinas y europeas han sido precalificados para participar en el proceso de licitación. Estos consorcios son:

1. Metro Línea 2-Bogotá, compuesto por Mota Engil Colombia S.A.S. y CRRC (Hong Kong) CO Limited Sucursal Colombia.
2. Consorcio Metro Línea 2, conformado por China Harbour Engineering Company Limited y Xi’an Rail Transportation Group Company Limited.
3. Consorcio Bogotá Metro 2, integrado por China Railway Construction Electrification Bureau Group Co. Ltd. y China Railway Construction Corporation International Investment Co. Ltd.
4. Unión L2 Bogotá Metro Rail, cuyos miembros son Sacyr Concesiones Colombia Participados II S.A.S. y Acciona Concesiones S.L.

El siguiente paso en este proceso de licitación es la presentación de ofertas técnicas y económicas por parte de los consorcios interesados. Este proceso se llevará a cabo hasta el 14 de febrero de 2024. La evaluación de estas propuestas se realizará de manera meticulosa y, a diferencia de la Línea 1, se considerarán tanto los aspectos técnicos como los financieros. Este enfoque refleja la complejidad de este proyecto subterráneo, que se evaluará de acuerdo con estándares internacionales.

El gerente general de la Empresa Metro de Bogotá, Leonidas Narváez, ha enfatizado en varias oportunidades  la importancia de evaluar los aspectos técnicos y financieros de las propuestas. Se han aprendido lecciones de la Línea 1, donde solo se evaluó el aspecto económico. Para este proyecto, se busca garantizar que se desarrollen propuestas que demuestren un profundo conocimiento del terreno y se solicitará un cronograma de trabajo que minimice retrasos y sobrecostos, tomando en consideración los riesgos geológicos.

La preselección de los consorcios se cerró en agosto, y a pesar de la complejidad de la obra, cuatro asociaciones presentaron propuestas. La Banca Multilateral, que proporcionó financiamiento para el proyecto, dio su aprobación en septiembre a los cuatro consorcios participantes. El proceso de selección busca asegurar que los consorcios tengan la capacidad técnica y financiera para llevar a cabo este proyecto de envergadura.

El cronograma del proceso de selección establece que el 12 de abril de 2024 se dará a conocer cuál propuesta ha sido seleccionada como ganadora. Posteriormente, en mayo, se llevará a cabo la firma del acta de inicio del contrato, marcando el comienzo oficial de la construcción de la segunda línea del metro de Bogotá.

Uno de los aspectos más destacados de este proyecto es el impacto que tendrá en la movilidad de la ciudad. Se espera que, una vez esté operativa, los bogotanos puedan recorrer en tan solo 22 minutos el tramo que va desde la línea 1, en la calle 72, hasta la calle 145. Esto representa una notable reducción en el tiempo de viaje, ya que actualmente tomaría casi una hora realizar ese mismo recorrido. La línea 2 se espera que sea capaz de realizar 800,000 viajes al día, movilizando a 50,000 pasajeros por hora en cada sentido. Esto tendrá un impacto significativo en la descongestión de las troncales de Transmilenio de Suba y de la 80, así como en los corredores para vehículos particulares en esa área de la ciudad. Se estima que la duración de los viajes desde Suba y Engativá hasta el centro de Bogotá se reducirá en un 42%, lo que representa una mejora sustancial en la calidad de vida de los ciudadanos.

En el proceso de selección de los consorcios, se ha puesto un énfasis particular en garantizar que las propuestas demuestren un profundo conocimiento del terreno y aborden los riesgos geológicos. Esto es esencial para garantizar que la construcción de la línea subterránea se realice de manera eficiente y dentro de los plazos establecidos. Además, se ha solicitado un plan de ejecución que se evaluará minuciosamente. La implementación de metodologías internacionales, en particular las de la Agencia Internacional Contractual del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, se utilizará para asegurar que el proyecto se realice de acuerdo con los estándares más exigentes.

El inicio de la licitación para la segunda línea subterránea del metro de Bogotá representa un paso fundamental en la mejora de la movilidad en la capital colombiana.  Cuando esté operativa en 2032, esta nueva línea no solo acortará significativamente los tiempos de viaje, sino que también aliviará la congestión en las principales vías de la ciudad, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos, mas exactamente de los habitantes de las localidades de Suba y Engativá. Bogotá continua apostando por su desarrollo, y la segunda línea del metro será un activo valioso en la expansión de su sistema de transporte público.